Tras el establecimiento de la ciudad de Dalaran, los magos crearon el Kirin Tor como una secta especializada y encargada de evaluar cada objeto, hechizo y artefacto mágico que se conociera.
El Kirin Tor se convirtió en el poder gobernante de la ciudad. La sede de la Kirin Tor era la Ciudadela Violeta, un impresionante edificio llamado así por sus muros de piedra que daban un tono de luz violeta. Sin embargo, a pesar del gran poder que tenia esta secta, no se pudo detener el paso de la Plaga, quienes liderados por el príncipe Arthas, robaron un poderoso libro de hechizos del profeta Medivh, para junto al ex-miembro del Kirin Tor, ahora convertido en lich, Kel'Thuzad, invocar al poderoso Archimonde, quien terminaría destruyendo la ciudad de Dalaran.
El Kirin Tor se negó a abandonar su destruida ciudad, así que algunos meses después regresaron a las ruinas de la ciudad y, tras acabar con los restos de muertos vivientes que quedaban, comenzaron a reconstruirla. La ciudad fue envuelta en una poderosa capa mágica para defenderla, y más tarde lograron levantar la ciudad entera y trasladarla hacia el frío norte, dejando en su antiguo lugar solamente un cráter.
El senado del Kirin Tor se compone de 120 miembros divididos en varios niveles de importancia e influencia. Tiene un consejo compuesto por 6 archimagos, algunas veces se le conoce como el Consejo de Los Seis. Uno de Los Seis es nombrado líder del Kirin Tor, quien es considerado el verdadero gobernante de Kirin Tor. Las identidades de los demás miembros permanecen en secreto (con algunas excepciones), salvo para el líder.
Antonidas ocupó el cargo de jefe durante un largo periodo hasta su muerte, donde fue sucedido por Ansirem Tejerruna, quien a su vez fue remplazado posteriormente por Rhonin.
El máximo poder de la organización se concentra en el consejo. Por debajo del consejo se encuentran los archimagos, quienes no tienen tareas u obligaciones especificas, y por debajo de los archimagos están los magos. Los archimagos pueden dar ordenes a los magos, siempre y cuando respeten las instrucciones de la organización. A la mayoría de magos se les permite el libre ejercicio de sus tareas y estudios, a pesar de que sean la clase mas baja de la organización.
El Kirin Tor se convirtió en el poder gobernante de la ciudad. La sede de la Kirin Tor era la Ciudadela Violeta, un impresionante edificio llamado así por sus muros de piedra que daban un tono de luz violeta. Sin embargo, a pesar del gran poder que tenia esta secta, no se pudo detener el paso de la Plaga, quienes liderados por el príncipe Arthas, robaron un poderoso libro de hechizos del profeta Medivh, para junto al ex-miembro del Kirin Tor, ahora convertido en lich, Kel'Thuzad, invocar al poderoso Archimonde, quien terminaría destruyendo la ciudad de Dalaran.
El Kirin Tor se negó a abandonar su destruida ciudad, así que algunos meses después regresaron a las ruinas de la ciudad y, tras acabar con los restos de muertos vivientes que quedaban, comenzaron a reconstruirla. La ciudad fue envuelta en una poderosa capa mágica para defenderla, y más tarde lograron levantar la ciudad entera y trasladarla hacia el frío norte, dejando en su antiguo lugar solamente un cráter.
El senado del Kirin Tor se compone de 120 miembros divididos en varios niveles de importancia e influencia. Tiene un consejo compuesto por 6 archimagos, algunas veces se le conoce como el Consejo de Los Seis. Uno de Los Seis es nombrado líder del Kirin Tor, quien es considerado el verdadero gobernante de Kirin Tor. Las identidades de los demás miembros permanecen en secreto (con algunas excepciones), salvo para el líder.
Antonidas ocupó el cargo de jefe durante un largo periodo hasta su muerte, donde fue sucedido por Ansirem Tejerruna, quien a su vez fue remplazado posteriormente por Rhonin.
El máximo poder de la organización se concentra en el consejo. Por debajo del consejo se encuentran los archimagos, quienes no tienen tareas u obligaciones especificas, y por debajo de los archimagos están los magos. Los archimagos pueden dar ordenes a los magos, siempre y cuando respeten las instrucciones de la organización. A la mayoría de magos se les permite el libre ejercicio de sus tareas y estudios, a pesar de que sean la clase mas baja de la organización.
